IFS Food versión 8 de la norma de calidad y seguridad alimentaria

En la industria de alimentos, IFS Food se destaca como el principal estándar en Europa para asegurar la calidad y la seguridad. Es ampliamente aceptado por las principales cadenas de supermercados y distribuidores en todo el mundo. Obtener la certificación IFS Food es una forma efectiva para que las empresas del sector alimentario demuestren su compromiso con la calidad, la seguridad y la mejora continua, tanto a sus clientes y socios como al consumidor final.

La versión 8 de IFS Food trae consigo emocionantes novedades. Una de ellas es la introducción del estatus IFS Star, que enfatiza que las auditorías se realizan sin previo aviso, brindando una mayor credibilidad al proceso de evaluación. Además, se ha incorporado un nuevo requisito relacionado con la cultura de seguridad alimentaria. Ahora, las empresas deben establecer objetivos para cada uno de los cuatro elementos clave de esta cultura: comunicación de políticas y responsabilidades en seguridad alimentaria, capacitación, retroalimentación de los empleados y medición del desempeño en temas de seguridad alimentaria.

Plazos de aplicación

En cuanto a los plazos, a partir de octubre de 2023, será posible llevar a cabo auditorías bajo la versión 8 de IFS Food, la cual se volverá obligatoria a partir del 1 de enero de 2024.

Modificaciones incorporadas en la versión 8 de IFS Food:

  • Introducción del nuevo Códex Alimentarius: En la última actualización del Códex Alimentarius, elaborada por la OMS/FAO en 2020, se han revisado los principios generales relacionados con la higiene alimentaria, incorporando el concepto de “cultura de la inocuidad”. El objetivo es que todos los miembros de las organizaciones involucradas en la producción y comercialización de alimentos adopten hábitos y prácticas responsables para garantizar la seguridad alimentaria.
  • Incorporación de la futura norma ISO 22003-2: Esta norma adoptará la perspectiva mencionada anteriormente en el Códex Alimentarius, enfocándose en la educación y competencias de las personas involucradas en los procesos, en lugar de enfocarse exclusivamente en el cumplimiento de requisitos.
  • Establecimiento de la obligación de contar con un contrato firmado entre la empresa y la entidad de certificación, especificando la información que debe incluir dicho contrato, entre otros detalles:
  • Revisión del sistema de puntuación, especialmente en relación con la puntuación “B”. La puntuación “B” se asigna cuando la conformidad con un requisito es casi total, pero se detecta alguna pequeña desviación. Se establece que, en los requisitos designados como requisitos KO (de mayor importancia), dicha desviación no puede comprometer la seguridad o legalidad del producto, ni tampoco los requisitos de los consumidores.
  • Se determina que la empresa y la entidad de certificación decidan de manera conjunta si las auditorías deben ser anunciadas o no, asegurando que al menos la tercera auditoría no sea anunciada.
  • Se propone una adaptación del proceso de certificación que incluye la presentación de un plan de acción y una puntuación preliminar en lugar de un informe preliminar.